Tal pintura de Hopper
17:16 hrs
No hay mucho más que decir
Hace frío en la ciudad
El patio está muy sucio
Y mi cuerpo pesa demasiado
Hoy.
Me siento desprovisto de presunciones
Fijo y taciturno como un faro
Guío embarcaciones de sosiego
Hacia los muelles
De mi alma.
No hay nada que me satisfaga en esta hora
Las palabras
Son como previos latidos
De un pútrido cadáver.
17:22 hrs
También anochece en mi memoria
Cántaros otrora férreos
Se destrozan sobre mi lengua
Reseca.
Un agua de cielos congelados
Demora su exangüe marcha
Eclipsando el fúnebre horizonte
De la esperanza.
Lejos están los mares de mi alegría
Quién sabe si no han sido evaporados
Como última venganza.
17:32 hrs
¿Pero qué deuda ha sido esa?
Incapaz de hallar motivos al suplicio
Deshilvano la tortuosa capa
De ilusiones pisoteadas.
22:01 hrs
No sé si de algo sirve,
recuerdo algunas de sus palabras:
-Voy a rezar- dijo ella
y le pregunté por qué.
-Para que no seas un vago,
para que no te mueras de una enfermedad rara.
-Bah-le dije- hace mucho que no rezo.
Días después
Desesperado y loco
Aparecí seguidamente en los templos
Arrodillándome
Rogando paz.
Pero la vida es rara
Y meses después,
Ella murió miserablemente
A mi lado y triste,
En un cuartucho al otro lado
De la ciudad.
Hoy nadie habla de ella.
Ya nadie la recuerda.
Yo la amaba.
IVAN FERNANDEZ-DAVILA
(En: Revista Discursiva AÑO II Nª2, Lima. 2008. pp100-103)
1 comentario:
Pfff!, compara los dos poemas y di quién es poeta, qué huevos, muy bueno ah.
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